Con el fin de mejorar la experiencia de juego, a menudo se almacenan archivos y datos temporales en tu consola. Con el tiempo, estos datos caché pueden dañarse, lo que suele provocar problemas de conexión, bloqueos en el juego, errores o ralentización de cargas de juegos.
El primer paso recomendado para resolver estos problemas es borrar la caché de tu consola o verificar la integridad de la caché del juego en tu PC. En casos extremos, podría ser necesario borrar los datos de juego guardados. Sigue los siguientes pasos en función de la plataforma de juego.