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Durante el prólogo de Sekiro: Shadows Die Twice, el Lobo obtiene a Kusabimaru, su leal espada samurái. Esta será tu arma principal mientras exploras el mundo.
A continuación, te traemos esta guía para ayudarte a atacar y defenderte de las hordas de enemigos que te irás encontrando a lo largo de la aventura.
Recuerda que lo primero que hay que hacer al iniciar un combate es casi siempre fijar un objetivo.
El ataque estándar es la forma más básica de que un shinobi inicie un enfrentamiento contra un oponente. El medidor de postura del rival irá aumentando al recibir ataques, sin importar si los bloquea o no. Si no lo hace, la acometida dañará tanto su postura como a su vitalidad.
Fijar un objetivo es esencial para atacar, defenderte y ejecutar cualquier acción de combate. Para hacerlo, solo tienes que mirar a un enemigo y pulsar el stick derecho. Para anular la fijación, vuelve a mirarlo y pulsa el stick derecho. También puedes cambiar de enemigo pulsando el mismo botón dirigiéndote a otro objetivo.
Al enfrentarte a un enemigo, tu objetivo inicial consiste en romperle la postura o la posición de combate. Para hacerlo, puedes atacar y repeler sus acometidas pulsando el botón de guardia justo antes de recibir un ataque. En algunos casos, tendrás que desviar varias acometidas seguidas antes de poder contraatacar. Cuando consigas romper la postura de tu rival, se verá expuesto momentáneamente a un Golpe mortal.
La postura se indica con una barra encima de los enemigos. La tuya aparece debajo del personaje y se irá llenando hasta que se rompa.
La vitalidad del enemigo influye en la velocidad a la que recupera su postura: cuanta menos vitalidad, más lento será el proceso. Algunos enemigos disponen de una gran capacidad de recuperación de la postura. En estos casos, la mejor forma de derrotarlos consiste en reducir su vitalidad cuanto antes y centrarse luego en romper la postura.
Desviar no solo sirve para evitar daño, sino que también afecta a la postura del enemigo y puede dar pie a un contraataque. Asesta un Tajo de contraataque justo después de desviar una acometida del enemigo. Un maestro shinobi debe usar una combinación de ataques, desvíos y Tajos de contraataque para dañar la postura de los enemigos y acabar cuanto antes con ellos.
Los golpes de gracia del Lobo se denominan Golpes mortales shinobi. Para asestar un Golpe mortal, tienes que atacar continuamente a un enemigo hasta romper su postura o desviar sus ataques hasta que se tambalee. Si aparece un marcador rojo encima del rival, significa que puedes asestar un Golpe mortal.
Pulsa el botón de atacar junto a un enemigo desprevenido o con la postura rota para ejecutar un Golpe mortal. La posibilidad de asestar un Golpe mortal dura poco tiempo, así que ataca cuanto antes.
Para matar a ciertos enemigos poderosos tendrás que usar varios Golpes mortales. Las señales rojas que aparecen sobre la barra de vitalidad de los enemigos indican cuántos Golpes mortales necesitas para matarlos.
Al igual que los enemigos, tú también dispones de una postura que tienes que conservar y defender. Las acometidas enemigas que impactan pueden dejarte vulnerable ante más ataques. Si un rival te rompe la postura o te derriba, pulsa rápido el botón de salto o el de paso lateral para rodar. Esto te permitirá reincorporarte y reducir esa vulnerabilidad.
Rodar puede resultar muy útil cuando tienes poca vitalidad o te enfrentas a varios enemigos a la vez.
Las Artes de combate son movimientos ofensivos especiales que tu shinobi puede utilizar para potenciar sus combos. Para utilizar las Artes de combate, antes tienes que equiparlas, y algunas consumen emblemas espirituales con cada uso. Entre las Artes de combate se incluyen ataques con espada acrobáticos y acometidas veloces e implacables.
A medida que vas progresando y consiguiendo experiencia, verás que tienes la opción de aplicar habilidades a tu shinobi mediante tres árboles de habilidades: Artes de shinobi, Artes de Ashina y Artes de prótesis.